
Con una tormenta de imágenes que iluminaban las caras de los integrantes del plantel, Asesinos se consagró campeón de la Copa Vixen de Invierno '09 por primera vez en su historia logrando así el primer título desde su existencia. Si se analiza el volumen de juego de este equipo que supo jugar en alto nivel, podemos decir que fue un deslucido partido final; Petracca en ocasiones errático en los pases y en la definición, Del Águila torcido con los saques de arco y así podemos nombrar algunas deficiencias individuales más que no se ven normalmente en los rendimientos de estos jugadores. Aquí lo que sucedió fue que fueron otros los detalles que hicieron a Asesinos un justísimo campeon. Acá se supo jugar una final, se supo tragar duro sin angustia cuando se estuvo casi todo el partido en desventaja, se supo meter cuando se tenía que meter, se supo contragolpear cuando la situación lo pedía, se supo empatar en un momento en el que las chances de gol eran pocas y se supo llenar bocas de gol a 3 minutos del final. Eso es lo que envuelve a un plantel que desde principio de esta Copa sabía a lo que tenía que llegar y a lo que tenía que jugar. El desarrollo del PT fue para el rival en grandes pasajes del partido y esto se debió a un Asesinos errático para el contragolpe (así se dio el partido), pocas veces se pudo hacer de la pelota para marcar el ritmo de juego y contadas fueron las veces que Buffa, arquero rival, tuvo que derramar alguna gota de sudor para salvar su arco. Así y poco a poco esta primera parte se desencadenaba en lo que parecía que iba a ser un monólogo de Ron Damón. Bien sabemos que si buscamos detenidamente no podemos obviar nunca el tremendo mano a mano que marró Pagliaro a 5 minutos del final de la primera parte. Un Pagliaro que había entrado de urgencia por Nacho Santa Cruz que, por una fuerte torcedura de tobillo, tuvo que salir asistido.
Entretiempo y era hora de hablarse, escucharse y encontrarle soluciones al desempeño pobre y apagado del equipo de los primeros minutos. Volantazo de Gaitán, sale Pereyra de buen primer tiempo e ingresa Giuliano Caldarelli pasando Petracca de punta y el rubio de volante central. Si bien el juego se emparejó un poquito en cuanto a tenencia de pelota, Ron Damón seguía llegando con claridad, una, dos y tres veces ininterrumpidamente mientras que el equipo de Gaitán apenas arrimaba con algún remate poco peligroso de lejos y pelotazos frontales al pobre Petracca que nada podía hacer frente a la férrea marca de los defensores rivales. En una de esas soñadas y suplicadas llegadas por cualquier hincha en aprietos (que le reza sin cesar a Dios por un gol sorpresivo), Garcia Laplaza encaró, enganchó y clavo un derechazo furtivo que decretó el empate en 1 y la locura en la parcialidad asesina. Ahora todo parecía más cercano pero ni el más confiado hincha del bordó estaba tranquilo. La final se jugaba con el cuchillo entre los dientes. Este empate fue un claro bajón en la actitud y el ímpetu del rival que poco a poco mermó en las llegadas, el control del juego y la precisión para dominar el mismo. La confianza en el equipo fue de menor a mayor hasta que aparecieron tres dedos que apuntaban al cielo señalando esa cantidad de minutos para el final, si las cosas no mutaban el partido se definía desde los 12 pasos. Con los dos Caldarelli en cancha (Martino entró por Pagliaro) Gaitán quemaba todas las naves para buscar lo que todos querían y así, como en cámara lenta, la jugada llegó. Martino Caldarelli tomó la pelota de frente a la portería y cuando parecía que iba a romper el arco de Ron Damón vio a su hermano Giuliano que casi sin ángulo clavó un golazo e hizo gritar a todo Vixen y generó esa mezcla de sensaciones e imágenes que le recorren a uno por la cabeza cuando está a 2 minutos de salir campeón. Los últimos 60 segundos fueron terribles para Asesinos, Buffa se había mandado a cabecear y en dos corners consecutivos estuvo cerca de empatar cuando en el primero de ellos, entre Morena y Petracca salvaron a los de bordó del desastre.
UNO X UNO:
Pagliaro: Errar ese mano a mano cuando su equipo estaba abajo en la Final le baja considerablemente el rendimiento, aun así se reafirmó con la marca en el segundo tiempo y jugó un buen partido.
Entretiempo y era hora de hablarse, escucharse y encontrarle soluciones al desempeño pobre y apagado del equipo de los primeros minutos. Volantazo de Gaitán, sale Pereyra de buen primer tiempo e ingresa Giuliano Caldarelli pasando Petracca de punta y el rubio de volante central. Si bien el juego se emparejó un poquito en cuanto a tenencia de pelota, Ron Damón seguía llegando con claridad, una, dos y tres veces ininterrumpidamente mientras que el equipo de Gaitán apenas arrimaba con algún remate poco peligroso de lejos y pelotazos frontales al pobre Petracca que nada podía hacer frente a la férrea marca de los defensores rivales. En una de esas soñadas y suplicadas llegadas por cualquier hincha en aprietos (que le reza sin cesar a Dios por un gol sorpresivo), Garcia Laplaza encaró, enganchó y clavo un derechazo furtivo que decretó el empate en 1 y la locura en la parcialidad asesina. Ahora todo parecía más cercano pero ni el más confiado hincha del bordó estaba tranquilo. La final se jugaba con el cuchillo entre los dientes. Este empate fue un claro bajón en la actitud y el ímpetu del rival que poco a poco mermó en las llegadas, el control del juego y la precisión para dominar el mismo. La confianza en el equipo fue de menor a mayor hasta que aparecieron tres dedos que apuntaban al cielo señalando esa cantidad de minutos para el final, si las cosas no mutaban el partido se definía desde los 12 pasos. Con los dos Caldarelli en cancha (Martino entró por Pagliaro) Gaitán quemaba todas las naves para buscar lo que todos querían y así, como en cámara lenta, la jugada llegó. Martino Caldarelli tomó la pelota de frente a la portería y cuando parecía que iba a romper el arco de Ron Damón vio a su hermano Giuliano que casi sin ángulo clavó un golazo e hizo gritar a todo Vixen y generó esa mezcla de sensaciones e imágenes que le recorren a uno por la cabeza cuando está a 2 minutos de salir campeón. Los últimos 60 segundos fueron terribles para Asesinos, Buffa se había mandado a cabecear y en dos corners consecutivos estuvo cerca de empatar cuando en el primero de ellos, entre Morena y Petracca salvaron a los de bordó del desastre.
Todo pareció durar una eternidad hasta que la pelota se fue al lateral y el silbato del árbitro decretó: ASESINOS CEREALES CAMPEON DE LA COPA VIXEN DE INVIERNO '09. La locura invadió al plantel que rápidamente se juntó en la cancha a festejar y gritar desaforadamente lo que tiene largamente merecido. Este equipo es saludable, le hace bien a este fútbol. Seguramente este sea el final glorioso para algunos y el principio de una rica y larga historia para otros, asi que... ¡Felicitaciones y salud CAMPEÓN!
UNO X UNO:
Del Águila: Buen partido el de Jorgito. Tapó una buena pelota antes del gol del rival. Se lo vio algo impreciso con las salidas desde el fondo.
I. Santa Cruz: Tuvo poca participación en el juego, salió lesionado por una torcedura de tobillo. Aparentemente tendrá que estar parado un tiempo.
Morena: El tigre del fondo asesino no podía faltar en la final y estuvo siempre muy firme y atento para no dejar pasar una sola pelota. Mucha actitud.
Petracca: Por momentos lo borraron fácilmente, especialmente cuando jugó de punta en el segundo tiempo. De todas formas fue importante para el equipo porque no dejó de meter.
Forwood: Algo desorganizado pero con un despliegue muy importante para un partido que pedía futbol y garra.
Forwood: Algo desorganizado pero con un despliegue muy importante para un partido que pedía futbol y garra.
García Laplaza: Intermintente en el juego cuando se lo necesitó para crear. Tuvo gran despliegue y oportunismo para clavar el empate en el momento justo. Muy importante, termino siendo el goleador de su equipo en el torneo.
Pereyra: Bien rebotando con sus compañeros cuando estaba de espaldas al arco. Se dejó anticipar mucho.
G. Caldarelli: Quizo hacer jugar pero le costó. Supo entender el partido y metió como nunca antes. Decretó la victoria con un golazo que quedará en la historia del club.
M. Caldarelli: Jugó tan solo 5 minutos. Dio el pase-gol para el campeonato.
Newell: Jugó pocos minutos pero se lo notó ordenado y con mñas decisión para marcar.Pagliaro: Errar ese mano a mano cuando su equipo estaba abajo en la Final le baja considerablemente el rendimiento, aun así se reafirmó con la marca en el segundo tiempo y jugó un buen partido.
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