Cuando parecía que Asesinos se encaminaba derecho para la remontada que tanto necesita, cayó frente al ordenado K-Torce que, enbanderado con la simpleza y la eficacia, le dio una lección de fútbol al equipo de Pagliaro. Otra vez sin un volante tapón natural, Asesinos se dedicó en los primeros minutos a jugar a lo ponchazos, como pudo, muy desordenadamente y dejando muchos claros en el fondo y dando demasiadas ventajas a la hora de la marca. A pesar de que se empezó ganando con un gol de Forwood tras un rebote largo, el equipo nunca hizo pie en la mitad de la cancha y mas allá de algunos errores específicos que marcaron el desarrollo del partido, fue ahí donde perdió el control de juego. En apenas algunos minutos el rival se iba encargar de llegar por lo menos 10 veces al arco perdonando 8 y concretando 2 para poner las cosas 1-2. Claramente Asesinos fue perdonado infinidad de veces por lo que pudo haber perdido por una diferencia más abultada. Esto sucedió en un primer tiempo quizás hasta tan malo como el que se perdió contra Fanáticos Del Vidrio, en donde apenas algunas intenciones aisladas de "jugar" se podrían destacar.
¿El segundo tiempo? Más de lo mismo o quizás hasta peor. Los goles del rival caían uno por uno con una facilidad que asombraba, los fantasmas de aquel 1 a 7 demoledor frente a Fanáticos aparecían por la cancha 8 de Vixen. A penas algun cabezazo intimidante de Pereyra en la mitad de la segunda parte o algun mano a mano marrado por Maldjian sobre el final de la misma fueron los tibios intentos de Asesinos por descontar esa diferencia de 4 que por más que no se plasmara como hiriente en el campo de juego, sí lo fue cuando el equipo salió de la cancha con la cabeza gacha y las caras de desolación total.
Si hay algo claro acá es que Asesinos está teniendo, junto a su primer torneo en la B, una de las peores performance de la historia. La falta de confianza y algunas ausencias claves por el infortunio de las lesiones se plasman en la cancha con un equipo con pocas ganas de ganar, algo que todos sabemos que se necesita más que nunca. El año se va terminando y así mismo las fechas, que ahora son 6 las restantes, de las cuales Asesinos debería mentalizarse para ganar todas porque después del 1-7 contra Fanáticos ni el cuerpo técnico ni el más pesimista hincha podían imaginar que se podía repetir un partido asi de opaco y triste. El equipo de Pagliaro e idem su cuerpo técnico deberán trabajar muchísimo en todos los aspectos para lograr que este equipo vuelva a ser al menos la mitad de lo que era cuando ganó la Copa.
UNO X UNO:
Del Águila: Antes del grave error que tuvo en el 2º gol del rival, se atajó todo evitando una goleada tempranera. Después no tuvo mayor responsabilidad en los goles.
Newell: Falto de ritmo. Se lo vio desconcentrado y muy perdido. Mejoró algo por momentos en la segunda parte.
I. Santa Cruz: Un desconocido Santa Cruz que jamás hizo pie en la defensa y lejos estuvo de ser ese defensor aguerrido y firme de otros partidos. Desatento y muy inseguro a la hora de salir del fondo.
García Laplaza: Uno de los partidos más flojos del creador del equipo bordó. A pesar de no ser un volante central natural nunca intentó siquiera parecerse a uno de ellos.
Forwood: El gol y nada más. Al igual que todo el medio de Asesinos no supo cuando hacer presión en la salida del rival ni cuando encarar y tocar cuando atacaba.
Maldjian: Muy poco del volante dinámico y agresivo que venía siendo de lo mejorcito del equipo en los últimos partidos. Se lo vio muy desordenado en su función.
F. Santa Cruz: Si bien estuvo correcto a la hora de aguantar de espaldas al arco y pivotear con sus compañeros estuvo errático en pases clave y se pretende más actitud de su parte a la hora de presionar.
Petracca: Tuvo que ingresar por García Laplaza como volante central y sin ser su posición natural lo hizo algo mejor que éste último. Cuando el equipo empezó a caer en picada, se empecinó en hacer la individual para llegar desesperadamente a lograr algunos metros.
Pereyra: Entró para darle aire al equipo y si bien corrió mucho no lo hizo inteligentemente y fue uno más que no pesó en ofensiva.
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